Adios Guaripolo...

Ay, como si marzo no hubiera sido lo suficientemente complicado, el último día de ese mes no podía ser menos y llegó el 31 de marzo y se llevó a mi querido Guaripolo. El era mi conejito, fue una de nuestras mascotas por dos años y aunque no emitía ruidos y no hacía gracias, era muy querido en mi familia.

Llegó a casa siendo un conejito bebé, creció, el año pasado fue un conejito papá pero papá soltero, siguió creciendo y así transcurrió el tiempo hasta que hace unos días mi mamá descubrió que Guaripolo tenía una herida en el cuello, por el lado de la garganta, y esa herida ya estaba infectada, se estaba cayendo su piel y tenía mal olor, le hicimos curaciones con un spray veterinario especial y con povidona, pero seguramente la infección ya estaba muy avanzada y ayer amaneció muerto.

Mi hija lloró mucho ayer cuando volvió del colegio y le conté y seguramente mi mamá también va a llorar y seguro me dirá si me trae otro conejito, pero prefiero que no, además de que siento pena y que otro conejito no reemplazará a Guaripolo, siento que no puedo hacerme cargo de otra mascota, como una vez les conté tengo dos perros y un cuyi (conejillo de indias) y con el nacimiento de la bebé que se acerca cada día, creo que no puedo hacerme responsable de más cosas.

Este era Guaripolo, mi conejito, y prácticamente la única gracia que hacía era que le gustaba columpiarse... en serio!!! de un brinco se subía al columpio, cuando este dejaba de moverse él se daba vuelta y se acomodaba y el columpio volvia a mecerse... Adiós Guaripolo.